“Desocupado lector:
sin juramento me podrás creer que quisiera que este libro,
como hijo del entendimiento,
fuera el más hermoso,
el más gallardo
y más discreto que pudiera imaginarse.
Pero no he podido yo contravenir al orden de naturaleza;
que en ella cada cosa engendra su semejante.
Y así, ¿qué podrá engendrar el estéril y mal cultivado ingenio mío, sino la historia de un hijo seco,
avellanado,
antojadizo
y lleno de pensamientos varios
y nunca imaginados
de otro alguno bien como quien se engendró en una cárcel,
donde toda incomodidad tiene su asiento
y donde todo triste ruido hace su habitación?.“
Miguel de Cervantes
Don Quijote de La Mancha
Obra escultórica del Quijote de Carlos Regazzoni
En la Ciudad de Azul "Ciudad cervantina de la Argentina"