"Nuestras escenas de amor eran mudas e intensas, un desvanecimiento a las profundidades de la inmovilidad. Fanny era toda languidez y sumisión, y yo me enamoré de la suavidad de su piel, de la forma en que cerraba los ojos siempre que yo me acercaba a ella silenciosamente por detrás y la besaba en la nuca. Durante las dos primeras semanas no deseé nada más. Tocarla era suficiente, y yo vivía para el ronroneo casi inaudible que salía de su garganta, para sentir que su espalda se arqueaba lentamente contra las palmas de mis manos."
Leviatán
Paul Auster
Que delicia. Puedo ver como cierra los ojos cuando...es una delicadeza.
ResponderEliminar:O
ResponderEliminarH E R M O S O!!
Besotes!!
(estuve aquí pero no supe qué decir)
ResponderEliminarun beso
la espalda arqueándose ante el roce de las manos es una gran figura!
ResponderEliminarSalud
Apasionante relato, un grato placer leerte.
ResponderEliminarte dejo mi saludo y feliz semana.
un abrazo.
excelente relato
ResponderEliminarQue bien hace leer algo así...
ResponderEliminarme hace creer en el amor!!!!
Gracias dulce criatura por traer esto hasta aquí!
mmmh, pude sentir el escalofrío en la espalda al contacto de sus manos. me encantó!
ResponderEliminarbeso
Describe estupendamente ese momento que alguna vez tuvimos la suerte de vivir.
ResponderEliminarfrases escritas en cuadernos rojos
ResponderEliminarAmo tu blogg, me encantan cada una de tus publicaciones te sigo a diario, un beso grande.
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