“He
llegado a pensar que, después de todo, la conciencia es simultáneamente
nuestro cielo y nuestro infierno. El famoso Juicio Final lo llevamos
aquí, en el pecho. Todas las noches,sin ser conscientes de ello,
enfrentamos un Juicio Final. Y es de acuerdo a su dictamen que podemos
dormir tranquilos o revolcarnos en pesadillas. Ni Salomón ni
psicoanalista. Somos juez y parte, fiscal y defensor, qué más remedio.
Si nosotros mismos no sabemos condenarnos o absolvernos ¿quién será
capaz de hacerlo? ¿Quién tiene tantos y tan recónditos elementos de
juicio sobre nosotros mismos como nosotros mismos? ¿Acaso no sabemos,
desde el inicio y sin la menor vacilación, cuándo somos culpables y
cuándo inocentes?”
La Borra del Café
Mario Benedetti
grande!!
ResponderEliminargracias por compartirlo!!!
besos!!