“Esta tarde, cuando venía de la oficina, un borracho me detuvo en la calle. No protestó contra el gobierno, ni dijo que él y yo éramos hermanos, ni tocó ninguno de los innumerables temas de la beodez universal. Era un borracho extraño, con una luz especial en los ojos. Me tomó de un brazo y dijo, casi apoyándose en mí: “Sabés lo que te pasa?… que no vas a ninguna parte”. Otro tipo que pasó en ese instante me miró con una alegre dosis de comprensión y hasta me consagró un guiño de solidaridad. Pero ya hace cuatro horas que estoy intranquilo, como si realmente no fuera a ninguna parte y sólo ahora me hubiese enterado."
Mario Benedetti
ya sabes lo que dicen: sólo los borrachos, los locos y los niños dicen la verdad...
ResponderEliminarque me ha encantado!!!
hoy doble benedetti!! así que dobles gracias!!
besos!!
Jajaja sos una GENIA!
Eliminar