Estimado señor Futuro:
De mi mayor consideración:
Le estoy escribiendo esta carta para pedirle un favor.
Usted sabrá disculpar la molestia.
No, no tema, no es que quiera conocerlo. Ha de ser usted un
señor muy solicitado, habrá tanta gente que querrá tener el gusto, pero yo no.
Cuando alguna gitana me atrapa la mano, para leerme el porvenir, salgo
corriendo a la disparada antes de que ella pueda cometer semejante crueldad.
Y sin embargo usted, misterioso señor, es la promesa que
nuestros pasos persiguen queriendo sentido y destino. Y es este mundo, este
mundo y no otro mundo, el lugar donde usted nos espera. A mí, y a los muchos
que no creemos en los dioses que nos prometen otras vidas en los lejanísimos
hoteles del Más Allá.
Y ahí está el problema, señor Futuro. Nos estamos quedando
sin mundo. Los violentos lo patean, como si fuera una pelota. Juegan con él los
señores de la guerra, como si fuera una granada de mano; y los voraces lo
exprimen, como si fuera un limón. A este paso, me temo, más temprano que tarde
el mundo podría no ser más que una piedra muerta girando en el espacio, sin
tierra, sin agua, sin aire y sin alma.
De eso se trata, señor Futuro. Yo le pido, nosotros le
pedimos, que no se deje desalojar. Para estar, para ser, necesitamos que usted
siga estando, que usted siga siendo. Que usted nos ayude a defender su casa,
que es la casa del tiempo.
Háganos esa gauchada, por favor. A nosotros y a los otros: a
los otros que vendrán después, si tenemos después.
Lo saluda atentamente,
Un terrestre.
Carta al Futuro
Eduardo Galeano
GRACIAS: Mariana
Finochietto
Una gauchada, no le cuesta nada!
ResponderEliminar¡Tal cual!
EliminarHola Nina, ¿qué tal comenzó su año?
ResponderEliminar¡Hola, todo muy bien!
Eliminar¡Año nuevo, vida nueva!
FELIZ (: