2 feb 2012



 
 
No pensarás a veces
no volverás los ojos
a aquel estante al libro
que volví a su lugar
a aquella mesa de café en Malvín
ya tarde
al aire libre
conmigo y los muchachos
o tal vez al café pajarería
de donde huí y dejé que me alcanzaras.
No te acordás
Supongo
de mi puerta entreabriéndose
a las dos de la tarde
y tú con un sombrero
que por fin regresabas.
No te acordás
Seguro
no sabés que una noche
te esperé y fue una noche
de amor
y no viniste
y fui feliz vagando por la casa
escuchando la escalera
esperándote.
Hubo también las noches
–torpe de mí
te odiaba–
en que llamabas
–dígame
cómo ordeno esta serie
es mejor esto o esto–
y esa otra en el suelo
con luna y mis retratos
tirados por ahí que todavía
tienen manchas de vino.
O la noche terrible en que tú estabas
llorando en el teléfono
nunca lloré decías
dejame ir decías
y yo mi amor mi amor
–te había echado
había muerto–
y yo mi amor
mi amor
y yo estaba con otro.


Vuelo ciego 

Idea Vilariño






6 comentarios:

  1. Hermoso! y me encanta lo que dice la foto, es tan cierto...

    Besos Nina!! :)

    ResponderEliminar
  2. Las noches son eternas y variables...

    ResponderEliminar
  3. A veces son las imágenes las que vienen a nosotros aun cuando no volvamos los ojos. Nadie olvida del todo, así como nadie recuerda del todo....Besos

    ResponderEliminar
  4. bueno, es que Idea Vilariño, es casi palabra santa...

    el final, me jode, me duele

    un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Hay noches reversibles, como dice la canción. Precioso poema, la verdad.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  6. MUY BUENO, Idea siempre tiene cosas para redescubrir.

    Besos.

    ResponderEliminar