No soy una mujer sensible,
de aquellas que conversan en voz baja,
mientras se masturban el alma.
No sé hacer
mermelada de manzana,
ni mentir con caída de párpados,
ni sé envolver con celofán azul
de palabras
a aquél hombre,
para regalármelo,
y dormir en su espalda.
No soy una mujer tranquila,
que mastica mantequilla,
con la lentitud de una larva.
Tampoco soy una mujer dulce,
que con la miel de su voz,
a su víctima atrapa.
Soy un lago de escombros,
que escombros deja,
allá por donde pasa.
Soy una ciudad bombardeada.
Leticia Vera
GRACIAS: http://dadavuelta.tumblr.com/
Una mujer muy inquieta...
ResponderEliminarEntonces ya somos dos.
ResponderEliminar¡Felices fiestas para ti también, hermosa!
Mi abrazo más grande es para ti.
Mucha luz y cariño para ti y para los tuyos en este año que ya está a la vuelta de la esquina.
¡Mmmmmuá!
Somos tres...
ResponderEliminarCada mujer es única, cada una es un mundo. Excelente poema =)
ResponderEliminarBesoooos y felicidades!