Mis certezas desayunan dudas. Y hay días en que me siento extranjero en Montevideo y en cualquier otra parte. En esos días, días sin sol, noches sin luna, ningún lugar es mi lugar y no consigo reconocerme en nada, ni en nadie. Las palabras no se parecen a lo que nombran y ni siquiera se parecen a su propio sonido. Entonces no estoy donde estoy. Dejo mi cuerpo y me voy, lejos, a ninguna parte, y no quiero estar con nadie, ni siquiera conmigo, y no tengo, ni quiero tener, nombre ninguno: entonces pierdo las ganas de llamarme o ser llamado.
La pálida
Eduardo Galeano
Tan cierto. Y que forma magistral de decirlo. Bico
ResponderEliminarMe pasa seguido.
ResponderEliminarY el lo expresa con esa naturalidad propia de Don Galeano.
Besos.
que nirvanesco dios mio, siemrpe supe que el era asi, y me confundio tanto.. siempre supe con el, una relacion mas complicada atra vez de los libros.
ResponderEliminarCreo que todos nos hemos sentido así en alguna ocasión. Qué bien expresado!!
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