Detesto a la gente que me condena
sin tomarse la molestia de conocerme.
No soporto a los que no miran de frente,
a los que miran por encima del hombro,
a los que hablan a la espalda.
Aborrezco a aquellos que te valoran
No soporto a los que no miran de frente,
a los que miran por encima del hombro,
a los que hablan a la espalda.
Aborrezco a aquellos que te valoran
por lo que tienes o,
peor,
peor,
por lo que no tienes.
Me repugnan los que creen que el dinero
Me repugnan los que creen que el dinero
lo compra todo y a todos.
Maldigo a quienes no respetan la vida
y ponen en manos de críos
Maldigo a quienes no respetan la vida
y ponen en manos de críos
máquinas de matar y no juguetes.
Me aburren quienes no tienen nada que decir
y se conforman con lo que dicen los demás.
No aguanto la envidia.
Censuro la maldad.
Reniego de la mentira.
Me apenan los que traicionan
Me aburren quienes no tienen nada que decir
y se conforman con lo que dicen los demás.
No aguanto la envidia.
Censuro la maldad.
Reniego de la mentira.
Me apenan los que traicionan
la palabra confianza.
Desapruebo las batallas,
si no son por amor.
Sin embargo,
valoro a quienes se toman
Desapruebo las batallas,
si no son por amor.
Sin embargo,
valoro a quienes se toman
la molestia de conocerme
antes de juzgarme.
Me seducen los que me miran
antes de juzgarme.
Me seducen los que me miran
cara a cara,
con mirada franca.
Aprecio a quienes me quieren
con mirada franca.
Aprecio a quienes me quieren
por lo que tengo
y lo que perdí.
Me cautivan los que no venden su alma,
la regalan.
Admiro a quienes saben
y lo que perdí.
Me cautivan los que no venden su alma,
la regalan.
Admiro a quienes saben
hacer felices a los demás,
a los que regalan a un niño un sueño,
a los que regalan a un niño un sueño,
una esperanza, una ilusión.
Me interesan quienes miran hacia dentro
y descubren que necesitarían dos vidas
Me interesan quienes miran hacia dentro
y descubren que necesitarían dos vidas
para explicar todo lo que ven.
Me entusiasma la generosidad.
Alabo la bondad.
Bendigo la verdad.
Me alegra poder conjugar,
día tras día,
el verbo confiar.
Apruebo las batallas que
Me entusiasma la generosidad.
Alabo la bondad.
Bendigo la verdad.
Me alegra poder conjugar,
día tras día,
el verbo confiar.
Apruebo las batallas que
se ganan con palabras,
con besos.
Y, por encima de todo,
te amo a ti,
por lo que eres,
por lo que haces de mí.
con besos.
Y, por encima de todo,
te amo a ti,
por lo que eres,
por lo que haces de mí.
Detesto
Esther Vallbona
Esther Vallbona
Tomado prestado de: http://nueces-y-manies.blogspot.com/
Hola Nina, buen día.
ResponderEliminar¿Por qué los escalofrios sobrevuelan el después sin conocerse las miradas?
Cada vez más me cuesta conjugar el verbo confiar. Por algo será...
ResponderEliminarSaludo
eso sí, ya no me hago tantos cuestionamientos como los de la autora de este texto.
Hey preciosa gracias por publicitarme el blog! Puedes tomar prestado lo que quieras, lo lindo es difundir y compartir lo bueno =)
ResponderEliminarEstaba esperando tu entrada del dia hace rato jiji!
Beso!
Ah! olvide decir; es genialisimo este poema, me siento enteramente identificada. Si supiera escribir asi de bien seguro lo habia escrito yo jaja!!
ResponderEliminarTambién si nos tomamos la molestia de luchar para controlar y erradicar esas impurezas, injusticias... tal vez detrás del bufón, del indigno, esté el ser que amamos, no?
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con este poema.
ResponderEliminarBesos.
Está el que te condena y no es capaz de mirarte a los ojos.
ResponderEliminarsublime. su bliii meeee
ResponderEliminary sencillo (no por sencillo más chato)
Excepcional.
:)
Abrazo.
Qué lindo poema, Nina.
ResponderEliminarEscribe muy muy bien Esther, es un placer leerla.
Un beso.
Joven cuervo: esa es una de las peores especies! X(
ResponderEliminarEs un placer entrar a tu blog!!!
ResponderEliminarBesotes Nina!
Hola, agradezco vuestras palabras. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, agradezco vuestras palabras. Un abrazo.
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