14 abr 2011


“Extraordinario decorado el de este bosquejo de ciudad abandonada en los confines de un pueblo y al margen de los siglos. Bordeé la mitad del hemiciclo, subí por las escalinatas del pabellón central: contemplé largo rato la sobria majestad de estas construcciones edificadas con fines utilitarios y que nunca sirvieron para nada. Son sólidas, son reales: sin embargo, su abandono las transforma en un simulacro fantástico: uno se pregunta de qué. La hierba tibia, bajo el cielo de otoño, y el olor de las hojas muertas me aseguraban que no había abandonado este mundo, pero había retrocedido doscientos años atrás. Fui a buscar unas cosas en el auto; extendí una manta, almohadones, puse la radio a transistores, y fumé mientras escuchaba Mozart. Detrás de dos o tres ventanas polvorientas adivino presencias: sin duda son oficinas. Un camión se detuvo ante uno de los portones, unos hombres abrieron, cargaron bolsas en la parte trasera del vehículo. Ninguna otra cosa ha alterado el silencio de esta siesta: ni un visitante. El concierto terminado, me puse a leer. Doble sensación de extrañamiento: me iba muy lejos, a orillas de un río desconocido; alzaba la vista y volvía a encontrarme en medio de estas piedras, lejos de mi vida”.
 

"La mujer rota" 
 Simone de Beauvoir
 
 
 
 
 
 

9 comentarios:

  1. Un pequeño homenaje.
    El homenaje de todos los días.
    Adoro a esta mujer....

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  2. Esas siestas deberían ser obligatorias.

    Seguramente mi elección no sería Mozart.

    Pero mantitas y almohadones...

    ¿Estropeo la velada si añado compañía?

    Grande Simone

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  3. Ay, monique... si me habra hecho sentir rabia, ira, ganas de matarla, de abrazarla y decirle: abri los ojos! abrilos, que a mourice lo empezaste a perder con la vida, y lo expulsaste vos sola, cuando lo intentabas retener a cualquier precio...

    todas fuimos ella en algun momento, no?
    Me gusta esta parte que elejiste, porque es una monique con ella misma.

    besos!

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  4. Canela: ¡Ella se merece un homenaje todos los días! Yo también adoro a esta mujer y a cada una de sus palabras.

    guille: Sí, hagamos ruido para que estas siestas sean obligatorias.
    Yo tampoco elegiría a Mozart, pero sí muuuuuuuuchas mantitas y almohadones. Si elegís bien, ¿Cómo se va a estropear una velada con compañía?

    Lila Biscia: He sentido cada uno de esos sentimientos, y me han dado las mismas ganas de sacudirla, pero por otro lado, todas fuimos ella en algún momento. Y nadie esta exento de volver a serlo.
    Totalmente es ella misma.

    Besote enorme pata todxs.

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  5. No voy a leerte más Nina... me doy cuenta de todo de lo que no he leido, de todo lo que deseo leer y del puto tiempo que no tengo.

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  6. Pues yo tampoco he leído este libro del Castor, y eso que lo recuerdo en una edición de tapas verdes que seguramente estará en el fondo de mis cajas con libros, que llevan casi cuatro años esperando pacientemente su lugar en la estantería, y que por fin este mes verá la luz....Casi no puedo esperar a tenerlos todos ordenaditos, y a la serie de lecturas y relecturas que derivarán de ese orden , para de nuevo arrancarlos, adormecerlos en mis manos, y concederles tras la lectura un nuevo lugar. Establecer el orden para que otra vez impere el caos....
    Yo también quiero a Simone Nina.
    Besos

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  7. No estoy familiarizado aún, pero sin duda lo haré.
    Muy buena elección de fragmento.
    Me quedo leyendo.
    Salud

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  8. Que descripción, creo que yo estuve ahí, lo creo luego de haberlo visto todo tan claro... aunque sin dudas quitaría a Mozart de ahí, por alguna razón su música y yo no congeniamos...

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  9. Que placer es ver tu blog... realmente.
    Siempre algo que me hace mierda la cabeza.

    Un beso,
    Facu.

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